La Puerta que Dios Abre Nadie la puede Cerrar

Por Carlos de los Santos.  Sept. 2012. Corregido y aumentado, mayo de 2014. Puerto Plata. Rep. Dom.




INTRODUCCION

Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: "El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: 'Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre. (Apocalipsis 3:7-8)


 Todo tiene su tiempo

Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo; tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz. (Eclesiastés 3:1-8)

David es Proclamado rey por el Pueblo

Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel. Treinta años tenía David cuando llegó a ser rey, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá. (2Samuel 5:3-5).
Sabemos, porque la Biblia así lo registra, que David padeció muchas dificultades luego de que Dios lo unge como rey de Israel. Y, la tendencia de una mente lógica sería pensar que Dios había olvidado o cambiado de parecer respecto de su decisión de elegirlo  Rey. ¿Por qué decimos esto? Porque, desde la perspectiva humana, es ilógico que si a usted lo designan rey de una nación, en vez de tomar posesión del trono, tenga que salir huyendo, a no ser porque entre en guerra. Pero, si reflexionamos desde la óptica de la naturaleza de Dios, encontraremos que fue Dios mismo quien permitió todos los problemas en David como una forma de capacitarlo para que desempeñase un reinado aprobado por Dios.

Ahora, vemos que, llegado el tiempo establecido por Dios, abrió la puerta para que David  tomara el cetro, se sentara en el trono y efectivamente comenzara su reinado.


 JOSÉ  COLOCADO EN EL ALTO MANDO DE LA ADMINISTRACIÓN EGIPCIA   

La historia de José, tiene ciertas similitudes con la de David.
Cuando Dios comienza a mostrarle los sueños, que es lo mismo que anunciarle el proyecto que comenzaba a cumplir en su vida, las dificultades no se hicieron esperar. Los hermanos, por envidia, lo venden como esclavo. Ya en Egipto, la esposa de Potifar, lo incrimina de acoso sexual, lo cual lo lleva a la cárcel.

Pero todo estaba contemplado dentro del programa Divino. Finalmente, en el cumplimiento de la Palabra de Dios, José fue sacado de la cárcel y ocupó la posición que se le había mostrado trece años atrás.

Una vez más, Dios demuestra aquí que es El quien cierra y Él mismo quien abre, según esté establecido de acuerdo con su propósito específico en el tiempo y en el espacio.

Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú. Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de José; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello. Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Doblad la rodilla! Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón dijo a José: Aunque yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su mano ni su pie sin tu permiso en toda la tierra de Egipto. (Génesis 41:39-44)


DIOS ABRE LAS PUERTAS PARA LA RECOSNTRUCCION DEL TEMPLO DE JERUSALEM Y LAS MURALLAS DE LA CIUDAD   

Ahora pues, Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del río, Setar-boznai, y vuestros compañeros, los oficiales del otro lado del río, alejaos de allí. No impidáis esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar. Además, este es mi decreto en cuanto a lo que habéis de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este pueblo, y esto sin demora. Yo, el rey Artajerjes, proclamo un decreto a todos los tesoreros que están en las provincias más allá del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, sea hecho puntualmente, hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, cien batos de aceite y sal sin medida. Todo cuanto ordene el Dios del cielo, sea hecho con esmero para la casa del Dios del cielo, no sea que venga la ira contra el reino del rey y sus hijos.  (Esdras 6:6-8, 7:21-23).

Aquí vemos otro ejemplo el cual nos muestra que Dios abrió la puerta para que el Rey Artajerjes le permitiera a Esdras, escriba de Dios, que pusiera en marcha la obra Divina. Cuando es ocasión en los planes de Dios de cumplir un propósito o la parte particular de un determinado proyecto, Él hace lo necesario para que su voluntad se  manifieste.

Resumen

Todos estos acontecimientos nos sirven de ejemplo para que comprendamos que cuando Dios determina algo, no hay forma de que sea impedido como dice  Isaías:  aun desde la eternidad, yo soy, y no hay quien libre de mi mano; yo actúo, ¿y quién lo revocará? (Isaías 43:13).

Entonces, ¿por qué en mi vida no han acontecido tantas cosas que yo hubiese deseado, a pesar de que Dios es quien decide el curso de todo? ¿Es acaso porque Dios no ha podido hacerlo o es porque el adversario, con su poder lo ha impedido?  No, es porque en los planes de Dios, todavía no ha llegado el momento de esas cosas. Dios mismo cierra cualquier puerta que Él no desea que se nos abra y abre aquella que considere oportuno abrir. Recuerde, nada ni nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra puede bloquear las decisiones de Dios. Dios hace lo que quiere en el cielo y en la tierra, en el mar y en sus profundidades. Salmo 135:6. Tla.

Es frecuente, muy frecuente, que cuando Dios comienza el cumplimiento pleno de su propósito en la vida de un ser humano,  permita y de hecho Él mismo cierra muchas puertas que antes estaban abiertas. Y, si no comprendemos esta forma de obrar Divina podemos confundirnos y creer que algo está mal con Dios. Sin embargo, si estudiamos detenidamente los ejemplos que hemos analizado aquí, más otros registrados el libro Sagrado, veremos que Dios tiene las llaves de todas las puertas y que según su plan, irá abriendo las correspondientes a su propósito, y, para entonces, nadie, absolutamente nadie, podrá cerrarlas. 
Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: "El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: 'Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre. (Apocalipsis 3:7-8)










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