¿Existe Realmente el Infierno?


Por Carlos de los Santos. Julio de 2014. Puerto Plata, Rep. Dom


Antes de estudiar este tema, debemos asumir las siguientes verdades:

1-El hombre consta de una parte espiritual, invisible, y una física, material, visible. 
1Tesalonisenses 5:23  Que el Dios de paz los mantenga completamente dedicados a su servicio. Que los conserve sin pecado hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo, para que ni el espíritu ni el alma, ni el cuerpo de ustedes sean hallados culpables delante de Dios. TLA.

2-La espiritual es la parte consciente, la que piensa, en ella residen los sentidos. Además, esta parte es indestructible.     

Lucas 16:22-31:  »Un día, el hombre pobre murió y los ángeles lo pusieron en el sitio de honor, junto a su antepasado Abraham. Después murió también el hombre rico, y lo enterraron. 
  Cuando ya estaba en el infierno, donde sufría muchísimo, el que había sido rico vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro sentado junto a él. 
 »Entonces llamó a Abraham y le dijo: “¡Abraham, antepasado mío, compadécete de mí! Ordénale a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y me refresque la lengua. Sufro muchísimo con este fuego.” 
  Pero Abraham le respondió: “Tú eres mi descendiente, pero recuerda que, cuando ustedes vivían, a ti te iba muy bien y a Lázaro le iba muy mal. Ahora, él es feliz aquí, mientras que a ti te toca sufrir. 
 Además, a ustedes y a nosotros nos separa un gran abismo, y nadie puede pasar de un lado a otro.” 
 El hombre rico dijo: “Abraham, te ruego entonces que mandes a Lázaro a la casa de mi familia. 
  Que avise a mis cinco hermanos que, si no dejan de hacer lo malo, vendrán a este horrible lugar.” 
  Pero Abraham le contestó: “Tus hermanos tienen la Biblia. ¿Por qué no la leen? ¿Por qué no la obedecen?” 
  El hombre rico respondió: “Abraham, querido antepasado, ¡eso no basta! Pero si alguno de los muertos va y habla con ellos, te aseguro que se volverán a Dios.” 
 Abraham le dijo: “Si no hacen caso de lo que dice la Biblia, tampoco le harán caso a un muerto que vuelva a vivir.”» TLA.

Ahora, en base a las afirmaciones anteriores, debemos formularnos las siguientes preguntas: ¿Dónde iré al momento de morir? ¿Existe realmente el infierno y allí van los que rechazan a Dios en vida? Investigaremos este asunto a continuación.

¿Qué nos Dice la Biblia?


Infierno

Según muchas religiones, el infierno (del latín inférnum o ínferus: ‘inferior, subterráneo’) es el lugar donde, después de la muerte, son torturadas eternamente las almas de los pecadores. Es equivalente al Gehena del judaísmo, al Tártaro de la mitología griega, y al Inframundo de las religiones paganas.
En la teología católica, el infierno es una de las cuatro postrimerías del hombre. No se le considera un lugar sino un estado de sufrimiento. En contraste con el infierno, otros lugares de existencia después de la muerte pueden ser neutros (por ejemplo, el Sheol judío), o felices (por ejemplo, el Cielo cristiano). http://es.wikipedia.org/wiki/Infierno


Mateo 10:28  No tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo, pero no la vida que está en ustedes. Más bien, teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.  Tla.


La palabra que se traduce como infierno en este pasaje es la griega Gehenna, que era el nombre de un barranco en Jerusalén donde  se quemaban los desperdicios. Entre los judíos llegó a ser símbolo del fuego eterno, por lo cual se puede traducir infierno.  NVI/NIV, Pag. 1832.   Por tal razón Jesús la emplea para referirse al castigo eterno. 
En el nuevo testamento se emplea la palabra griega Hades, que era el nombre del Dios del mundo de abajo, y también se usaba para designar el lugar de los muertos, como equivalente a infierno; también traducido como abismo. Ídem.

Note, sin embargo, que el Gehenna, no era el infierno, sino un lugar que, por sus características, se prestaba para ser comparado con el infierno. Nunca, por más que se asemeje, nada material podrá ser equivalente a algo espiritual. Por eso, Jesús empleaba comparaciones entre cosas conocidas de la gente en el mundo físico, para explicarles verdades espirituales, como las parábolas, por ejemplo.

También, observe que Gehenna es la traducción al griego de la palabra empleada por Jesús, no que Él habló griego en el momento de emplearla. Veremos más de este término a continuación.

Gehena


Ésta es la traducción de la palabra hebrea que empleó Jesús para referirse al lugar de tormento eterno. Veámosla más a fondo:

Gehena (en griego: Geena (Γεέννα); en hebreo: Gai Ben Hinnom (גהינום, valle de Hinón) es el infierno o purgatorio judío. En el judaísmo el infierno es un lugar de purificación para el malvado, en el que la mayoría de los castigados permanece hasta un año, aunque algunos están eternamente.
El nombre derivó de un valle cercano a Jerusalén, la cañada o barranco de Hinón, identificada metafóricamente con la entrada al mundo del castigo en la vida futura.
Gehena también aparece en el Nuevo Testamento y en las primeras escrituras cristianas como el lugar en donde el mal será destruido. Presta también su nombre al infierno del Islam, Yahannam. En las escrituras rabínicas y en las cristianas, el Gehena como destino del pecador es diferente a Sheol, el lugar donde habitan todos los muertos. http://es.wikipedia.org/wiki/Gehena



¿Quiénes van al infierno?


Todos aquellos que rechacen aceptar a Jesús como su salvador y Señor y que por lo tanto sus nombres no se encuentren en el libro de la vida.

Apocalipsis 20:11-15:   Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos. 
 Y vi que todos los que habían muerto, tanto los humildes como los poderosos, estaban de pie delante del trono. Y fueron abiertos los libros donde está escrito todo lo que cada uno hizo. También se abrió el libro donde están escritos los nombres de todos los que vivirán con Dios para siempre. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho y con lo que decían los libros. 
  Los que murieron en el mar se presentaron delante de Dios para que él los juzgara, y lo mismo hicieron los que estaban en el reino de la muerte. Todos los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho. 
  Luego, la Muerte y el reino de la muerte fueron lanzados al lago de fuego. Los que caen en este lago quedan separados de Dios para siempre, 
 y allí fueron arrojados todos los que no tenían sus nombres escritos en el libro de la vida eterna. Tla. 

Mateo 13:40-42:   Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo. 
 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad; 
  y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. LBLA.




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