Dios Suplirá Tus Necesidades a Pesar de la Crisis

Por Carlos de los Santos. Febrero de 2009.  Revisado en septiembre de 2014.

Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.  Filipenses 4:19. Lbla.

Amados hermanos en estos tiempos que quien no tiene a Dios en su corazón se preocupa por la situación, tiempos en los que la vida está difícil. Vemos por ejemplo, que la situación económica a nivel mundial, se ha tornado caótica. No podemos negar que hay, guerras, pestes,  turbulencias sociales, escasez y cirsis económicas en el mundo.

Sin embargo, tenemos que estar claros en que nosotros no dependemos de lo que esté pasando allí afuera. Supongamos que estamos viviendo en un desierto, donde solo vemos sol y arena, precisamente es bajo estas condiciones cuando Dios espera que le creamos a El, que dependamos de El y que tengamos fe en su palabra. Nosotros no dependemos de que la situación este buena o mala, de que haya trabajo o no, de que Estados Unidos esté bien o no, nosotros dependemos de aquel que está por encima de cualquier situación. Dios espera de nosotros obediencia y fe en El para sostenernos aun bajo las condiciones más adversas que existan. Sin fe es imposible agradarle y es que si dudamos de El, estamos obedeciendo a la orden y complaciendo los deseos de nuestro enemigo. Debemos permitir que nuestra  canasta sea ensanchada mientras está bacía y hacia abajo porque mientras más se ensancha estando hacia abajo, más provisiones podrán depositarse en ella, cuando el Todopoderoso, cumpliendo la palabra de romanos 8:28, la voltee hacia arriba para llenarla .En vez de dudar, debemos dar gracias a Dios por haber permitido que la canasta haya sido ensanchada. Más aun, nosotros mismos debemos desear que esto ocurra. Dios es fiel a su palabra, El nunca ha fallado, ni nunca lo hará, solo debemos ser pacientes y esperar con fe y veremos su mano obrar milagrosamente..

Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Filipenses 4:6.