VISTÁMONOS CON LA NATURALEZA DE DIOS


Por Carlos de los Santos. Revisado en septiembre de 2014.   Puerto Plata. Rep. Dom.






Introducción

Es importante que la persona que haya decidido seguir a Cristo, comprenda que esa decisión implica que se produzca una transformación gradual en la naturaleza del individuo.

Sin embargo, éste cambio no será posible hasta tanto el hombre no entienda y acepte despojarse de lo viejo. Es lo que pasa con muchos: pretenden seguir a Jesús teniendo la misma naturaleza vieja. Al desarrollar este tema analizaremos la necesidad de quitarnos el vestido del hombre viejo y sustituirlo por el nuevo que procede de Dios.


Algunas definiciones importantes

El término santificación, se deriva del griego hagiasmo, significa hacer santo, consagrar, separar del mundo y apartar del pecado para tener intima comunión con Dios y servirle con gozo. Santificarnos es entonces buscar continuamente que el viejo hombre muera en nosotros cada día en todas las áreas de nuestra vida.  

Efesios 4:22-24: que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,
y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente,  y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

1Pedro 1:14-16: Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia,   sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
 porque escrito está: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO.


DESPOJÉIS, viene de despojar, que significa arrancar, quitar, extirpar.

CONFORMAR, significa satisfacer, contentar, consentir.

Ignorancia es sinónimo, significa lo mismo que tinieblas, atraso.


¿De Qué es Necesario Despojarse?

Colosenses 3:5-8:  Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca.  Termina la cita.

Pero también debemos despojarnos de toda cosa indecorosa y que incite a la  lascivia (que es concupiscencia), inmoralidad (que es indecencia, impureza, obscenidad) o que lleve a la imaginación impura. Una de estas cosas a menudo ignorada o que no se le presta la debida atención es al vestir.

1Timoteo 2:8-10:  Por consiguiente, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones.  Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos;  sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.

Algo decoroso es aquello que es digno, respetable, honorable.  La modestia es lo mismo que reserva, vergüenza. Según los deseos engañosos, debemos vestirnos para agradar a los demás. Estar al último grito de la moda. Tener el último modelo de auto, de traje, de zapatos y de cuantas cosas salgan al aire. Si aun nos vestimos con expresa intención de atraer la atención hacia nuestro cuerpo con el objetivo de mostrar sensualidad o seducción, entonces nuestra mente en esa área aun no ha sido renovada, ahí el viejo hombre no ha muerto en nosotros.  Si nuestra vida aun es controlada por  estos deseos, entonces el Apóstol Pablo nos dice que estamos viviendo según los deseos de la carne, cuando estamos llamados a ser diferentes y vivir conforme al espíritu:
   
Romanos 8:5-8:  Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz;
ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo,
y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.

Por ejemplo una prenda de vestir cualquiera, de hombre o mujer, que incite a fornicación o adulterio auque sea mentalmente, acaso puede ser considerada decorosa?  Y si aun actúo conforme al viejo hombre, conforme a los deseos engañosos cuando estaba en tinieblas, puedo acaso decir que vivo en santidad, que estoy apartado?  ¿Acaso no me interesa la salvación, puesto que dice que sin santidad no veré al Señor?

Hebreos 12:14  Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
      



Conclusión

Es cierto que una vez que hemos aceptado a Cristo como nuestro Señor, ya no estamos bajo el dominio del pecado y, precisamente por ello no debemos amarlo más.

Sin embargo, nuestra vida debe reflejar la naturaleza de Jesús, si es que nuestro arrepentimiento ha sido genuino. Para que esto ocurra, tenemos que estar dispuestos a que muera la naturaleza pecaminosa y que la naturaleza divina se manifieste en nuestra vida completamente. El deseo de Dios es transformarnos hasta llevarnos a la imagen misma de su hijo.
1Tesalonisenses 4:1 : Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar y agradar a Dios (como de hecho ya andáis), así abundéis en ello más y más.
1Juan 2:6: El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo.


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