¿Ricos por Medio del Evangelio?
Por Carlos de los Santos. Marzo de 2009. Revisado y corregido,
mayo 2014.
Puerto Plata. Rep. Dom
INTRODUCCIÓN
La ofrenda podemos definirla como
aquellos recursos financieros, bienes o servicios que se le entregan a Dios por
medio de un representante suyo en la tierra, y cuyo fin es contribuir con la
expansión del evangelio y, en general, ensanchar el Reino de DIOS en la tierra.
Sin
embargo, basados en una tergiversación y desnaturalización del objetivo
verdadero de la ofrenda, muchos están tomándola como un medio para lucrarse
personalmente y han estado relegando la expansión de la obra de Dios a un segundo plano. A continuación vamos
a estudiar el tema a la luz de la Biblia. Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da,
para que en todo sea Dios glorificado
por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amen. 1Pedro 4:11.
Lo primero que tenemos que
establecer es que cuando se trata del Reino de Dios y lo vamos a relacionar con
la humanidad, lo primordial es de naturaleza espiritual. En el reino de Dios el
aspecto material es considerado como algo complementario, no es lo más
importante.
No os afanéis, pues, diciendo:
¿Qué comeremos o qué beberemos, o qué vestiremos? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:31,33.
No
mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2Corintios 4:18.
Aclarado esto, seguiremos adelante, entendiendo
que el aspecto espiritual es lo más importante en el reino celestial y en su
extensión terrenal. Existen congregaciones multitudinarias que no han sido
proyectadas por quienes las dirigen con el fin de obtener beneficios
económicos, sino que ha sido Dios quien las ha permitido al ver el deseo
sincero y puro en sus dirigentes de guiar la obra de Dios de manera diáfana.
Por eso, el objetivo de este estudio no es condenar o liberar a ninguno, esto
es exclusividad de Dios, que es quien conoce los corazones de cada ser humano y
solo Dios obra con justicia perfecta. El objetivo de este estudio es desglosar,
a la luz de la Biblia, cómo deben manejarse en la obra aquellos que se
consideren servidores del reino de Dios.
LA OFRENDA ES BÍBLICA
Como vimos en la introducción, la
ofrenda debe servir de soporte o plataforma para el desenvolvimiento de la obra
de Dios en el mundo. Sabemos que los recursos financieros se necesitan para el
intercambio de bienes y servicios y para el desarrollo de las relaciones sociales.
La obra de Dios juega un rol social y cuyo fin es el bienestar y salvación del
hombre, por lo tanto, no está exenta de utilizar los recursos financieros.
Pero,¿significa esto que la Biblia apoya la utilización del evangelio como
escudo para que el hombre se lucre personalmente, relegando a un grado de menor
importancia el fin espiritual del reino celestial? ¿Realmente usted cree que
Jesucristo iba a entregar su vida voluntariamente tan solo para que unos pocos
interpretando a su antojo la Biblia, tomen el evangelio para crear sus propios
imperios económicos y alcanzar estatus social elevado?
¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas,
comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así
también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del
evangelio. 1Corintios 9:13-14. Debido a una manipulación malintencionada de la
interpretación de esta cita bíblica, se produce la falsa justificación que
muchos utilizan para enriquecerse a costa del evangelio. Dios no está diciendo
aquí que prediques su evangelio con el fin de lucrarse de él, sino, y es
natural y razonable, que si te dedicas a la obra de Dios, pues debes depender
de ella para el sustento de tus necesidades de alimentos, vestido, vivienda,
entre otros, siempre que no tengas otro medio para ser sustentado y si es la
voluntad expresa de Dios que dependas por completo y de manera directa de
aquello en lo le sirves. Hay a quienes Dios llama a tiempo completo y otros
a quienes les permite depender de otro medio y simultáneamente servirle a El.
En nuestra opinión personal, el último caso es más conveniente que el primero,
ya que de esa forma la probabilidad de que la obra sea contaminada se reduce
grandemente. Sin embargo, no es de la obra que debes depender en sí, sino de Dios
por medio de ella, lo que implica que Dios puede sustentarte por un medio
diferente y no necesariamente de manera directa a través de aquello en lo que
le sirves, Dios es ilimitado y todopoderoso, por lo que El tiene infinitas
opciones para cumplir sus propósitos. Lo que resulta es que veremos a Dios
obrar hasta donde creamos que El puede obrar. Si lo creemos limitado, limitado
lo veremos.
¿Está mal que quien le sirve a
Dios sea próspero económicamente? No, siempre que dicha prosperidad no venga
como resultado de haber utilizado su obra malintencionadamente para lograrlo.
Sin embargo, Dios puede utilizar su obra para bendecirte económicamente. Debes
dejar que sea Dios quien decida lo que te dará y si es que a El le place
hacerlo. Pero, jamás debe nadie enlistarse como obrero de Dios teniendo en su
corazón un horizonte económico. Porque el reino de Dios no es comida ni bebida,
sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Romanos 14:17
Aunque, para que se pueda entender desde el
punto de vista humano, se dice que el hombre le trabaja a Dios, realmente lo
que el hombre debe hacer es servirle a Dios de manera voluntaria, sin esperar
pago por ese servicio porque si Dios fuese a cobrarnos a nosotros lo que le
debemos, entonces nunca terminaríamos de pagarle. De manera que somos ingratos
si exigimos que Dios debe pagarnos por algún servicio que le prestemos. Porque
del Señor es la tierra y su plenitud. 1Corintios 10:26.
Muchos estarán pensando que no es
Dios quien se beneficia de la predicación del evangelio sino el hombre, pero
nuestra responsabilidad y compromiso es con Dios, somos delegados de El y es a
El a quien hemos de rendirle cuentas. Dios es el dueño de los frutos y también
de los sembradores. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio
de los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios,
edificio de Dios. 1 Corintios 3:5,9.
EL PELIGRO
Hay una implicación bastante
peligrosa en el hecho de pretender servirle a Dios teniendo como motivación lo
económico. Manejarse así, es bastante
probable que llegue a un nivel tal de codicia y de ansias por las riquezas y el
dinero, que entrará en contubernio y asociación contra los principios bíblicos,
éticos y morales. Se convertirá en una persona que cubrirá el pecado, siempre
que ello le reporte buenos dividendos. Hablando más claro, muchos encubrirán a
otros sus faltas toda vez que ellos le representen un buen dinero. Créame,
Satanás hará todo el intento para contaminarlo y llevarlo a nadar en las aguas
que él desea. Formarán entonces una asociación de malhechores espirituales cuyo
cabecilla es Satanás mismo. Llegado a este punto, seguirás operando a beneficio
del diablo aunque no lo percibas así y a pesar de que sigas creyendo que Dios
está de tu lado.
El Apóstol Pablo, un hombre de
compromiso radical con la pureza de la obra de Dios, respecto al tema de “vivir
del evangelio” nos dice lo siguiente:
Si nosotros sembramos entre
vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?. Si
otros participan de este derecho sobre vosotros,¿cuanto más nosotros? Pero no
hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún
obstáculo al evangelio de cristo.1Corintios 9:11-12. Es decir, Pablo reconoce
que tiene derecho a vivir del evangelio, pero observe que él no se enfocaba en
lo económico, sino en lo espiritual, por eso dice que cuando esto pudiera ser
causa de estorbo al evangelio, entonces prefería renunciar a ese derecho. Sabía
que pensar en las ofrendas más que en las personas inconversas, estorbaría la
expansión del evangelio de Cristo y él reconocía que era esta su
responsabilidad y motivo principal. Además, el Apóstol Pablo era un hombre
entregado por entero al cuidado de sus hijos en la fe, como lo testifican las
epístolas paulinas. El no buscaba tener congregaciones grandes solo porque así
tendría mayor cuantía por concepto de los diezmos y las ofrendas. El Señor
conoce quienes son los obreros fraudulentos y quienes los que le sirven de
corazón. Cuando somos sinceros delante de Dios, El nos da más e incluso, nos da
lo que no esperábamos que nos daría. Podemos ver un ejemplo en el rey Salomón,
quien solo pidió sabiduría y Dios le dio más sabiduría de la que esperaba y le
agregó también bienes materiales. Y le dijo Dios: porque has demandado esto, y
no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida
de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he
aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio
y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tu. Y aun también te
he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre
los reyes ninguno haya como tu en todos tus días. 1Reyes 3:11-13. Así también ordenó el Señor a los que anuncian
el evangelio que vivan del evangelio. Pero yo de nada de esto me he
aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque
prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Pues si anuncio el
evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay
de mí si no anunciare el evangelio! ¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando
el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de
mi derecho en el evangelio.
1Corintios 9:14-16,18.
Aquellos que quieran servirle a
Dios de corazón y que buscan mantener su obra apartada de toda contaminación e
inmundicia, deben anhelar solo lo necesario para que sus necesidades sean
cubiertas aun cuando Dios les supla mucho más de lo que necesitan al ver el
deseo sincero del corazón de ellos. Su enfoque debe estar en agradar a Dios
mediante el desenvolvimiento apropiado como sus colaboradores. Apacentad la
grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto. 1Pedro 5:2. Deben basarse en la expansión de la obra de
Dios para de esta manera contribuir con el ensanchamiento de su reino en la
tierra. En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido
vuestro cuidado de mi; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba
la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. Se vivir humildemente, y se tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para
tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:10-13.
Y
sabéis también vosotros, OH filipenses, que al principio de la predicación del
evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en
razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me
enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino
que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo
abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que me enviasteis;
olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Filipenses 4:15-18.
Por
consiguiente, concluimos diciendo que: Es cierto que Dios puede utilizar su
obra como un medio para bendecir a aquellos que le sirven en ella de una manera
diáfana y de corazón. Sin embargo, lo que Dios ha establecido en su palabra es
que los diezmos y las ofrendas deben ser empleadas para expandir el evangelio y
su reino. La prosperidad económica viene como un complemento, es un aspecto
secundario. Es anti bíblico creer que Dios desea que tu prediques su evangelio
con la motivación fundamentada en los beneficios económicos que se pueden
derivar de ello. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como
administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas. Tito 1:7.
Una
vez más decimos que el Señor conoce el corazón del hombre y sabe quienes son
sus verdaderos servidores y quienes son aquellos que tratan de obtener
ganancias deshonestas por medio de su obra.
Dios no puede ser burlado. Nuestra responsabilidad no es juzgar a
ninguna persona sino vivir con la palabra de Dios, la Biblia. No os engañéis;
Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará. Gálatas 6:7. También es necesario aceptar esta realidad: Satanás
siempre tratará de impedir que le sirvas a Dios sinceramente, por eso siempre estará merodeando para ver cuál es el
medio que le permitirá lograr ese objetivo y nuestra responsabilidad es, con la
ayuda de Dios, cerrarle todas las entradas posibles.
Apreciamos
sus comentarios. Ellos son muy
importantes para nosotros. Gracias.
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