Cuatro Cualidades Necesarias para Avanzar en el Reino de Dios
Por Carlos
de los santos. marzo de 2013. revisado en julio de 2014.
Cuatro cualidades son
imprescindibles para que el propósito de Dios en la vida de una persona pueda
cumplirse. Son a saber: la fe, la obediencia, la acción y la perseverancia.
Veremos a continuación cada una de ellas.
La fe: es la primera de las cualidades porque es la que permite creer en lo
que no se ve, condición indispensable para que podamos comunicarnos,
interactuar o relacionarnos con el mundo
espiritual y además, porque Dios es Espíritu. La fe es tener certeza de lo que
se espera y tener convicción de lo que no se ve. No podremos creerle a Dios si
no somos capaces de creer en lo que no vemos, ni mucho menos podremos confiar
en sus promesas. Hebreos 11:1 Ahora bien, la
fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
La obediencia: es el resultado directo de la fe y va unida indisolublemente
a ella. Es también indispensable para que el propósito de Dios se cumpla en
nuestra vida, porque es necesario que nos sometamos a Dios para poder movernos en la dirección que Él
nos indique, la cual a su vez a será la dirección de su propósito en nosotros.
Toda indicación de Dios coincidirá, de una u otra manera, con dicho plan. Para que proyecto de vida que
Dios tiene con cada uno se desarrolle de forma perfecta, hay que obedecerle
completamente. 1Samuel 15:22 Y Samuel dijo:
¿Se complace el SEÑOR tanto
en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí,
el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.
La perseverancia: en el camino vendrán obstáculos que es necesario superar
y para ello, tenemos que ser perseverantes y no desmallar. Solo quien persevera
triunfa. Debemos estar dispuestos a sacrificarnos por aquello que queremos
alcanzar. Y, cuando de Dios y sus decisiones se trata, si perseveramos, la
victoria está asegurada. Josué 1:9 ¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé
fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera
que vayas.
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