La depresión: Cómo Vencer ese Enemigo tan Despreciable
Por Carlos Israel de
los Santos Ramírez. Diciembre de 2013.
Tal vez usted no haya
advertido que la humanidad tiene muchos enemigos. La guerra, el hambre, las
enfermedades, la maldad en general, son terribles adversarios del hombre. Pero,
en esta ocasión, trataremos sobre cómo combatir un enemigo muy conocido, la
depresión. Llamamos enemigos del hombre a todos éstos males que perjudican la raza humana. Además, ellos
no estaban contemplados en el plan original de Dios para nosotros. Son producto de nuestra
desobediencia. Pero, vayamos al punto.
Definición de Depresión
La
palabra depresión proviene del
término latino depressio que, a su vez, procede de depressus (“abatido” o “derribado”). Se trata de un trastorno emocional que hace que la persona se sienta triste y desganada,
experimentando un malestar interior y dificultando sus interacciones con el
entorno. Para la medicina y la psicología, la depresión se manifiesta a partir de una serie de
síntomas que incluyen cambios bruscos del humor, irritabilidad, falta de
entusiasmo y una sensación de congoja o angustia que trasciende a lo que se
considera como normalY. Sin embargo, como es característico de
nuestro estilo al escribir, no vamos a meternos en mucha teoría sino que nos
concentraremos en el aspecto práctico de cómo vencer la depresión.
¿Cuál es la causa de la depresión?
Al
responder a esta pregunta, lo primero que salta en la mente del interlocutor es
que es causada por las dificultades que cuando se presentan superan nuestra
capacidad para manejarlas De entrada, debemos saber que Dios nos ha creado
mucho más fuertes que la depresión. O sea, que si actuamos correctamente, la
venceremos, si es que algún día llega. Recuérdelo, usted es más fuerte que
ella. Por lo tanto, no debe temerle.. Sin embargo, una de las verdades más
importantes que está oculta al ser humano común, es la influencia que satanás y
sus demonios ejercen sobre la mente del ser humano. Quiero ser claro. El diablo es un ser real y
cuya misión es: El
ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10
Sí, asimismo
como leyó. La primera parte de este pasaje de la Biblia se refiere a satanás,
su misión es destruir a la humanidad. Entonces, ¿qué tiene que ver el diablo
con la depresión? Mucho, en verdad. De hecho, cada demonio tiene un nombre
según su naturaleza. Por eso hay un demonio llamado depresión porque la produce
o promueve. Pero no toda depresión es por causa demoníaca.
¿Por qué no se
ve a los demonios como responsables de muchas depresiones?
Primero porque
la mayoría de las personas o no lo cree o lo ignora. Segundo, porque los
demonios actúan tomando como excusa las circunstancias que les son favorables
para ello. Por ejemplo, un problema económico, sentimental o de salud, son
buenas oportunidades para ellos de promover la depresión en uno. ¿Y que
pensamos? Que la causa de nuestra
depresión es el problema que nos agobia. Y, sepa usted, que el propósito de satanás
no es simplemente deprimirlo, sino llevarlo a tal estado en que solo piense en
suicidarse. Pero hay buenas noticias. Jesucristo apareció para deshacer las
obras del diablo como vemos en el texto bíblico siguiente. 1juan 3.8(b): El Hijo de Dios se manifestó
con este propósito: para destruir las obras del diablo.
También hagamos
remembranza de lo que hemos dicho en otros artículos. Ninguna situación, por terrible que sea,
tiene capacidad en sí misma para dominar al hombre. Porque Dios lo creó con
capacidad suficiente como para vencer cualquier obstáculo. Siempre y cuando
busque el respaldo de Dios y crea se crea capaz de vencerlo. Pregúntese ¿por qué a algunas personas las
dificultades o problemas las deprimen y otras, estos mismos problemas, apenas
les afecta? Porque los segundos aplican el dominio propio que Dios les ha dado.
2Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
La mejor estrategia para vencer la depresión
Lo primero y más
importante para vencer una depresión es descansar en la seguridad de que Dios,
en su amor y misericordia hacia nosotros, siempre está dispuesto a sacarnos de
cualquier estado negativo en que nos encontremos.
Segundo, debemos
aceptar que la vida incluye momentos malos y buenos (vea Eclesiastés cap. 3).
Que nada dura para siempre y que existe una solución para cada cosa. Tomar una
actitud de vencedor en medio del problema. De valiente, no de cobarde. Saber
que saldrá de ese mal que le aqueja. Reconocer que Dios le ha hecho con
capacidad para superar cualquier obstáculo que la vida le presente. La victoria
sabe más dulce cuando antes de llegar a ella hubo que hacer un gran esfuerzo
para logarlo. Los vencedores no retroceden ante la adversidad. Los derrotistas
sí. Pero usted es vencedor.
Tercero. Guardar
su mente de todo pensamiento negativo. Lo primero que hace la depresión para
dominarnos es tomar nuestra mente y fijarse allí. Cuando esto acontece, no
pensaremos como nosotros, sino como la depresión quiere. Filipenses 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o
algo que merece elogio, en esto meditad. Fin de la cita. Apliquemos el dominio
propio en toda circunstancia. No dejemos que ninguno de nuestros enemigos
controle nuestra vida.
Cuarto.
Reprenda, en el nombre de Jesús, toda idea o estado emocional nefasto que
quiera adueñarse de su vida. Sí, así mismo. Diga, depresión, en el nombre de
Jesús, te reprendo.
Quinto y último
punto. No permitas que el gozo de su vida dependa de una circunstancia en
particular, sino de Dios mismo. Porque Él es inmutable y nada lo puede
desestabilizar. Filipenses 4:7 Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestras mentes en Cristo Jesús.
Adelante, ahora ya sabes cómo combatir ese enemigo tan
detestable que es la depresión. Manos a la obra. Dios le bendiga y hasta una próxima entrega.
Notas
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