Nuestra Mayor Satisfacción
Por Carlos de los Santos. Abril, 2012, Pto. Pta,
Rep. Dom. Revisado julio de 2014.
Para
algunos, su prioridad es lograr sus metas personales. Para otros, el
ministerio, la familia, el empleo, la profesión, entre otros, es lo más
importante.
Pero,
debemos observar cuidadosamente que en nuestro corazón, Dios y sus planes para
nosotros sea siempre lo que tenga la preeminencia. Nada, absolutamente nada,
debe desplazar a Dios del lugar que le corresponde por derecho legítimo e
inalienable, ni aun la propia vida. Sin embargo, A veces, cometemos el error de
enfocarnos tanto en el ministerio, por
ejemplo, que descuidamos la comunión con Dios hasta el punto en que ya no
escuchamos su voz. Todo esto, a pesar de que muchas veces vemos cierto éxito
relativo o aparente en lo que hacemos.
Una
de las causas principales, quizás la más, de tantos fracasos en personas que en
un principio son íntegras para con Dios es que desde sus inicios prestaron
tanta atención a sus metas u objetivos personales que perseguían y que una vez
que creyeron haberlos logrado se desviaron, porque en realidad nunca
comprendieron que todos esos anhelos
incubados en su corazón debían ser para glorificar a Dios por medio de su hijo
Jesucristo.
1Pedro 4:11
El
que habla, que hable conforme a las
palabras de Dios; el que sirve, que lo haga
por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los
siglos. Amén. Lbla.
Colosenses 3:23-24
Y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a
Cristo el Señor a quien servís.
1Corintios 10:31
Entonces,
ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios.
El
comprender, aceptar y aplicar en nuestra vida que todo lo que anhelemos o
logremos debe ser para la exaltación y glorificación de Dios, es una garantía,
por decirlo, así, para no desviarnos de la lealtad e integridad para con Dios.
Dios
le bendiga y hasta una próxima entrega.
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